¿Por qué estudiamos latín?

Autores/as

  • Antonio Arbea Pontificia Universidad Católica de Chile

DOI:

https://doi.org/10.7764/onomazein.4.20

Resumen

La defensa corriente del estudio del latín esgrime variados argumentos, no todos atendibles. Es el caso, por ejemplo, de aquel que sostiene que “el latín enseña a pensar”, o bien de aquel que exagera el beneficio práctico de esta lengua y reduce a él todas las bondades de su conocimiento. Una saneada apología del estudio del latín, expurgada de excesos e imperti-nencias, solo puede surgir de una fundada y madura adhesión a los ideales del humanismo, y de una lúcida comprensión de cuáles son las genuinas tareas intelectuales que tienen por delante las humanidades.

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Publicado

1999-12-30 — Actualizado el 1999-12-31

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Cómo citar

Arbea, A. (1999). ¿Por qué estudiamos latín?. Onomázein, (4), 371–379. https://doi.org/10.7764/onomazein.4.20 (Original work published 30 de diciembre de 1999)

Número

Sección

Artículos